Boucheron celebra su 120 aniversario este año, y como parte de la celebración, recupera la mágica luz que entra en su emblemática boutique de la Place Vendôme como inspiración para su nueva colección «Hôtel de la Lumière». Joyas de proporciones armoniosas, unas cincuenta piezas ya terminadas de una paleta casi monocromática han desfilado en París. Un auténtico homenaje a la primera e incomparable boutique…
Son ocho series de joyas diferentes, una ilustración de la historia y evolución de la casa. La boutique de Frédéric Boucheron en la Place Vendôme fue de hecho la primera joyería en instalarse allí. El dueño estaba cautivado por la luz que se reflejaba en el número 26 de la plaza, dónde los rayos de sol brillaban en la fachada y le permitían apreciar mejor la calidad de las piedras preciosas. Desde entonces Boucheron es conocido como «le Joaillier de la Lumière», es decir, «El Joyero de la Luz».
Son también como rayos de sol y reflejos estos diseños de «Hôtel de la Lumière» de Boucheron. Comenzando por la pieza estrella de la colección, un maravilloso collar Soleil Radiant, elaborado en diamantes y con inspiración en la época de Luis XIV, el Rey Sol. Los delicados rayos del collar realizados en diamantes de diferentes cortes, incluyen baguettes, princesas y brillantes. Diamantes blancos y cristal de roca sobre oro blanco, de una delicadeza y sofisticación únicas.
El Conjunto «Paon de Lune» rinde homenaje a la Condesa de Castiglione (1837-1889), quién vivió algunos años en el entresuelo del número 26 de la Place Vendôme, y estaba considerada como una de las mujeres más bellas del Segundo Imperio. La colección ilustra sus palabras: «Antes me miraban por mi belleza, ahora, me miran por mis joyas que iluminan a la perfección mi rostro». La pieza más impresionante de esta serie es el Collar «Paon de Lune», en español, pavo de luna. Uno de los motivos favoritos de Boucheron, el pavo, con sus plumas desplegadas elaboradas en cristal de roca, diamantes, meteorito y aguamarinas sobre oro blanco. Estas joyas se prestan a la metamorfósis porque se pueden lucir de diferentes formas y sus reflejos son irregulares y cambiantes a la vez. A juego, también incluyen un delicado broche con el mismo motivo y materiales preciosos, el Broche «Paon de Lune».
El conjunto «Cascade de Diamants», es literalmente eso, una cascada efervescente de diamantes blancos y cristal de roca. Collar y pendientes a juego de una belleza sútil increíble. Estas joyas se inspiran en el Champagne y sus diamantes pretenden el mismo efecto que la espuma del este elixir único cuando se vierte en la copa, recordándonos que París es siempre una fiesta.
La historia cuenta cómo Dom Pérignon quiso suprimer las burbújas del vino de champagne en el siglo XVII antes de darse cuenta que éstas eran la quintaesencia del mismo. También aluden a las burbujas mágicas del Champagne las joyas «Perles d’Éclat», una serie de joyas en oro blanco que emulan las burbújas de esta bebida con diamantes suspendidos como flotando en órbitas de cristal de roca, evocando precisamente la efervescencia del Champagne. Collar, anillo y pendientes que son sin duda los diseños más originales, el joyero ha recreado una vida en el interior del crista, bolas de cristal de roca que se electrifican al contacto con filamentos de diamantes…
«Halo Delilah» es una serie homenaje a sus antepasados vendedores de telas y a la alta costura, inspirada en la Alta Costura y emulando el efecto del drapeado de las telas. La técnica joyera sobrepassa los límites de este arte trabajando el oro amarillo como se trabajaría una tela, tejiéndola para un acabado ligero y delicado.
La siguiente serie no puede ser más femenina, «Goutte de Lumière», en español «Gota de Luz», está dedicada a Gabrielle Boucheron y su estilo bohemio-chic y parte de los mismos materiales preciosos, el oro blanco, diamantes blancos y cristal de roca. El Collar largo está elaborado con más de 80 briolettes de cristal de roca, pulidas y sin pulir, con un brillo acentuado por diamantes en láminas intercalados de forma aleatoria que dan al conjunto un increíble movimiento. El belleza de estas joyas reside en el engaste de la gota en cristal de roca con un pavé de diamantes y su complejidad joyera. La gota de diamante se ha cortado en realidad en dos partes para engastar en su interior los diamantes, se ha requerido mucha técnica joyera y tiempo de artesanos. Despúes se facetea la gota, se pule y el cristal de roca se transforma en una lupa que agrande los diamantes del interior.
La séptima serie se llama «Messagers Célestes», en español «Mensajeros Celestes» y se trata de joyas inspiradas en insectos, compañeros aéreos del sol, elaborados con un derroche de color y materiales preciosos. Estas piezas vienen a añadirse al famoso bestiario de la firma Boucheron. La mezcla de brillos y colores se logra con la sublime mezcla de materiales, tallas, grabados y colores: ópalos, cristal de roca, turmalina, nácar, zafiros, citrinos, rodolitas y tsavoritas.
La Colección «Fleur du Jour», en español «Flor del Día», es una oda a la naturaleza y a la primavera. La pieza más impresionantes es un collar rígido elaborado en oro blanco, que rodea el cuello como una interrogación abierta, en cuyo final se suspenden dos flores preciosas con nueve pétalos elaboradas: una en turmalina rosa y madreperla; la otra en diamantes. Este diseño es una reinterpretación del ya clásico de Boucheron. Fue en el año 1879 jugando con una pluma de pavo en su taller, cuando Frédéric Boucheron y su jefe artesano tuvieron la idea del Collar Interrogación «Point d’Interrogation», un diseño libre, ligero, aéreo sin par. Una creación emblemática que ganó premios por su genialidad: creado sin cierre, tiene un resorte escondido que lo hace enrollarse alrededor del cuello, como si se tratase de una pluma. Este conjunto es de máxima finura y cierra la serie homenaje a la luz de Boucheron «Hotel de la Lumière». Acompañando al collar, un precioso broche del mismo motivo floral y delicadeza.
«Hotel de la Lumière» nos hace todos soñar con los días del creador Frédéric Boucheron, su boutique en París y la luz que destelleaba y aún destellea en las piedras de sus joyas maravillosas…magistral.