Esta técnica, confiere al cristal un índice más grande de refracción creando el efecto brillante que lo acerca a la estética de las piedras preciosas.
Su descubrimiento lo llevó a cabo el inglés George Ravenscroft en el año 1676. Hoy, este cristal es apreciado en el mundo de la moda, la decoración y la joyería, las marcas más famosas son Waterford Crystal, Swarovski, Steuban, Royal Leerdam, Mikasa y Baccarat. Todas fabrican cristalerías, vajillas, esculturas, mimiaturas, elementos de decoración, etc…
Se trata de un material muy hermoso a la par que muy frágil. Por lo que su cuidado, limpieza y mantenimiento es meticuloso. Los expertos recomiendan limpiarlo con un secador de aire frío para eliminar las partículas de polvo seco del cristal, puesto que éstas pueden ser un agente abrasivo perjudicial.