Para comenzar, la composición de las perlas es un tema fascinante. Porque las perlas son ese fenómeno resultado en nácar de una partícula extraña que se introduce en un molusco bivalvo. También se caracteriza por ser dura, blanca, brillante y con reflejos iridiscentes.
La composición de las perlas
Porque cuando se corta una perla, se distingue perfectamente un núcleo de materia negra que es entre orgánico y mineral. Pues bien, este núcleo resulta de la descomposición de los «quistes» o granos de arena o cuerpos extraños que se consideran un parásito de la ostra. Y que además se introducen en la misma quedando atrapados en su interior.
Sin embargo según el lugar de origen de la perla, su composición química puede variar. Pero en general, la composición de las perlas es la siguiente:
• 2,23% de agua, lo que es común a toda materia orgánica.
• 5,94% de conchiolina, un complejo de macromoléculas orgánicas segregadas por la concha de los moluscos, se trata de una proteína que sirve como unión orgánica entre los cristales.
• 91,72% de aragonesa, un carbonato de cálcio, especie mineral de la familia de los carbonatos que presenta una concentración fuerte de nácar, de aquí el juego de luminosidad que se aprecia en la superficie de las perlas.
• 0,11% de otras materiales, principalmente minerales.
Además, su fórmula química es CaCO3 y se considera científicamente, un mineral. A partir de esta composición, se conocen pocas variaciones de la misma, es la regla general en casi todos los casos.
Algunas anotaciones sobre el famoso nácar. ¿Qué es el nácar?
También se sabe que la formación de la perla se produce gracias a la secreción de capas de nácar. El nácar recubre el núcleo de una perla.
El nácar se conoce como el revestimiento interior de la concha de la ostra. Pues bien, el nácar es un carbonato de calcio cristalizado de forma ortorómbica. El nácar forma cristales de aragonita sobre un sustrato de proteinas y otros compuestos como los azúcares complejos. Así se explica la solidez del nácar, que nace gracias a un proceso de bio-mineralización como reacción natural a una intrusión extraña.
Finalmente es el nácar que confiere sin duda a las perlas su calidad y estética. Porque la perla, su espesor, su perfección, cristalización y colores le deben todo su valor.
Y para terminar, puedes seguir leyendo consejos sobre cómo limpiar y mantener en buen estado tus perlas. Siempre es útil saber cuidarlas.