Los diamantes son famosos por su capacidad para trasmitir la luz y para destellear intensamente.
La calidad de la talla es crucial para la belleza final de un diamante y su valor, por tanto. De todas las 4Cs, la talla es la más compleja y técnicamente más dificil de lograr.
La G.I.A. (Gemology International Assotiation) establece un sistema de clasificación del corte del diamante. Para un diamante estandar redondo brillante evalúa siete componentes. Los tres primeros: el brillo, la refracción de la luz y el destello, son observados cuando el diamante se mira desde arriba. Los otros cuatro componentes: ratio tamaño/diámetro, el grosor de la faja, pulido y simetría evalúan el diseño y elaboración que ha tenido el diamante.

El corte o talla se confunde a menudo con la forma del diamante. La forma más común del diamante para su uso en joyería es la talla brillante redonda. Todos los demas cortes del diamante se conocen como «fancy». Las formas tradicionales para los diamantes fancy son marquesa, pera, oval y rectangular. Los triángulos y otras formas diferentes están cada vez más de moda en el mundo de la joyería y los diamantes.