Los diamantes, la piedra preciosa más admirada a lo largo de los tiempos. Hasta mediados del siglo XX, no existían estándares de medición sobre la calidad de un diamante. El Gemological Institue of America (G.I.A.) fue quien creó la primera clasificación de los diamantes: Color, Clarity, Cut y Carat Weight, las famosas 4Cs que aún hoy, es el método universal para evaluar la calidad de cualquier diamante, en todo el mundo.
La fijación de una medida estandar de calidad para los diamantes era vital, y significa dos cosas: la calidad de los diamantes podía ser trasmitida a través de las fronteras de manera universal y; los clientes compradores de diamantes, por fin sabían a qué atenerse.
Aquí describimos las 4 Cs o criterio de evaluación de la calidad de los diamantes:

Color
El color del diamante significa, de hecho, la falta de color. Es decir, la evaluación del color del diamante se basa en el hecho que el diamante, no tiene color. Es una estructura química pura y perfecta, como si de una gota de agua se tratase. La G.I.A. establece una escala de color indicada con letras, desde la D hasta la Z en orden alfabético para indicar el grado de ausencia de color de la piedra. Es así que los diamantes clasificados con la primera letra D, son los que más carecen de color. Muchas de estas tonalidades del diamante son tan sútiles que llegan a ser invisibles para el ojo humano; sin embargo, la diferencia de calidad y precio, son considerables.
Importante aclarar que los demás diamantes de color, al margen del diamante denominado como blanco, o sin color, no están clasificados con esta escala, es decir no están en la letra Z. Todos los diamantes de color se denominan común e internacionalmente «fancy color», son aquellos amarillos y marrones que tienen más color que un diamante Z.
Clarity, en español, Pureza
La pureza de un diamante se refiere a la ausencia de inclusiones o impurezas en la piedra. Los diamantes son el resultado natural de carbón expuesto a una altísima temperatura a m y presión en lo más profundo de la tierra. Este proceso da lugar a muchas inclusiones o impurezas en la gema. Durante el proceso de formación de un diamante, es normal que algunos pequeños cristales queden atrapados en la gema.
Evaluar la pureza de un diamante, significa tener que determinar el número, tamaño, relieve, naturaleza y posición de las impurezas, y cómo estas afectan al aspecto final de la piedra. No existen diamantes perfectos y puros, pero cuanto menos impurezas tenga, más valioso resulta.
La G.I.A. tiene una escala con 6 categorías de diamantes según sus inclusiones, que se dividen en un total de 11 grados o tipos de diamantes:
1.- Flawless (FL). Sin inclusiones ni impurezas visto bajo una lente de aumento de 10x.
2.- Internally Flawless (IF). Sin inclusiones visibles bajo una lente de aumento de 10x.
3.- Very, Very Slightly Included (VVS1 and VVS2). Con inclusiones tan pequeñas que son muy difíciles de ver bajo una lente de aumento de 10x.
4.- Slightly Included (SI1 y SI2). Con inclusiones que se son apreciables con una lente de 10x.
5.- Included (I1, I2 y I3). Con inclusiones que se aprecian con una lente de 10x y además afectan a su transparencia y su brillo.
Muchas de las impurezas e inclusiones de un diamante son tan pequeñas que apenas se pueden apreciar si no eres un experto en la materia.
Cut, en español: Talla
La reputación del diamante como piedra preciosa se debe en gran parte a su capacidad para trasmitir la luz y para destellear intensamente. Muchas veces se confunde la talla con la forma de los diamantes, no es lo mismo, la talla del diamante o corte se refiere a la forma en la que sus diferentes facetas o caras de la piedra una vez cortada actuan o reflejan la luz.
Para cortar o tallar un diamante se necesita experiencia, aprendizaje y mano de obra porque se trata de un trabajo de gran precisión y técnica. Se trata sin duda de la más difícil y crítica de las 4 Cs del diamante.
Carat Weight, en español: Quilates
El quilate es la medida de peso de un diamante. Un quilate se define como el equivalente a 200 miligramos.
Cada quilate se subdivide en 100 puntos. Así se permite evaluar con mucha precisión el peso de una gema, hasta llegar a los decimales, y se puede describir el peso de un diamante por debajo de 1 quilate también.
Como es evidente, el precio de un diamante es proporcional a sus quilates, cuanto más grandes, más raros y más caros. Sin embargo, es importante que aclaremos que dos diamantes del mismo peso, pueden tener valores muy diferentes debido a los otros tres factores de las 4Cs del diamante: color, pureza y talla.